lunes, 24 de septiembre de 2007

microrrelato Juan José Arriola


"Teoría de Dulcinea"

En un lugar solitario cuyo nombre no viene al caso hubo un hombre que se pasó la vida eludiendo a la mujer concreta.
Prefirió el goce manual de la lectura, y se congratulaba eficazmente cada vez que un caballero andante embestía a fondo uno de esos vagos fantasmas femeninos, hechos de virtudes y faldas superpuestas, que aguardan al héroe después de cuatrocientas páginas de hazañas, embustes y despropósitos.
En el umbral de la vejez, una mujer de carne y hueso puso sitio al anacoreta en su cueva. Con cualquier pretexto entraba al aposento y lo invadía con un fuerte aroma de sudor y de lana, de joven mujer campesina recalentada por el sol.
El caballero perdió la cabeza, pero lejos de atrapar a la que tenía enfrente, se echó en pos a través de páginas y páginas, de un pomposo engendro de fantasía. Caminó muchas leguas, alanceó corderos y molinos, desbarbó unas cuantas encinas y dio tres o cuatro zapatetas en el aire. Al volver de la búsqueda infructuosa, la muerte le aguardaba en la puerta de su casa. Sólo tuvo tiempo para dictar un testamento cavernoso, desde el fondo de su alma reseca.
Pero un rostro polvoriento de pastora se lavó con lágrimas verdaderas, y tuvo un destello inútil ante la tumba del caballero demente.


Cuento de horror

La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de sus apariciones.

Ágrafa musulmana en papiro de oxyrrinco

Estabas a ras de tierra y no te vi. Tuve que cavar hasta el fondo de mí para encontrarte.


Prometeo a su buitre predilecta

Más arriba, a la izquierda, tengo algo muy dulce para ti. (Ella se obstinó en el hígado y no supo el corazón de Prometeo.)


Felinos

Si no domesticamos a todos los felinos fue exclusivamente por razones de tamaño, utilidad y costo de mantenimiento. Nos hemos conformado con el gato, que come poco.


El mundo

Dios todavía no ha creado el mundo; sólo está imaginándolo, como entre sueños. Por eso el mundo es perfecto, pero confuso.


De John Donne

El espíritu es solvente de la carne. Pero yo soy de tu carne indisoluble.

De escaquística

La presión ejercida sobre una casilla se propaga en toda la superficie del tablero.

Sin título

—¿De veras eso es fornicar? Yo creí que era otra cosa. Que era algo así como quién sabe. Eso que usted dice quisiera hacerlo todos los días, pero no más lo haba una vez a la semana, cuando mucho. Ya ve usted, la ignorancia…



Juan José Arreola (1918-2001), figura clave de las letras mexicanas, es uno de los escritores más reconocidos en el ámbito internacional; no sólo por su peculiar sentido del humor y su habilidad para borrar las fronteras entre la realidad y la fantasía, sino también por la precisión de sus metáforas.
Heredero de la estética vanguardista, supo darle un vigor sorprendente al género del micro-relato en textos en los que retrató conversaciones literarias, juegos de escrituras y magias irrepetibles. Como ilusionista nos instaló en lo fantástico con la elegancia de un viejo rey ajedrecista.

1 comentario:

Ricardo Calderón Inca dijo...

Cuento de horror es uno de mis microrelatos favoritos y el autor es mi preferido...el cual me inspiro a cursar en este afán de escribir microrelatos...
Un saludo desde Trujillo...